Las palabras atravesaban mi mente, pero sin la claridad
perfecta de que había tenido la alucinación del día.
Solo eran palabras, sin sonido, como las letras impresas
en una pagina. Solo palabras, aunque rasgaran y
mantuvieran el hueco del pecho bien abierto.
perfecta de que había tenido la alucinación del día.
Solo eran palabras, sin sonido, como las letras impresas
en una pagina. Solo palabras, aunque rasgaran y
mantuvieran el hueco del pecho bien abierto.
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